¿Consideras que últimamente experimentas estados de ánimo excesivamente intensos? ¿Algunos días te sientes muy feliz y con mucha energía y otros muy triste o desmotivado? ¿Estos estados de ánimo duran varios días e incluso una semana o más? ¿Te resulta difícil conciliar el sueño, concentrarte o realizar tus labores diarias, especialmente en el trabajo, debido a los cambios de ánimo que experimentas?
Es posible que esta situación se deba a un estado emocional extraordinario, de orden puntual, pero no te confíes. Algunas de las personas que experimentan esta clase de síntomas sufren de trastorno bipolar, una enfermedad maníaco-depresiva, que afecta gravemente al cerebro y su capacidad de controlar las emociones y el humor. El registro de casos de trastorno bipolar entre la población no alcanza el 3%.
Identifica los síntomas y descubre cómo se diagnostica el trastorno bipolar.
Los cambios de estados de ánimo bipolares se llaman episodios anímicos, y pueden ser maníacos, depresivos o “mixtos”. Estos episodios anímicos son intensos. Se manifiestan en las emociones fuertes y los niveles extremos de comportamiento y energía, y sus síntomas serán distintos según la modalidad.
Los que sufren de episodios maníacos tienden a: hablar muy rápido sobre temas muy dispares; estar inquieto, irritado o notablemente sensible; tener problemas para dormir o relajarse; manifestar un nivel de actividad superior al habitual, creer que puede hacer muchas cosas al mismo tiempo y aventurarse a hacer cosas sin reparar en los riesgos (gastar dinero, arriesgarse a hacer temeridades, practicar sexo sin criterio, etc).
Los que sufren de episodios depresivos pueden: tener problemas para concentrarse y olvidar detalles con frecuencia o incluso asuntos importantes; reducir su actividad y perder el interés por cosas que antes le parecían atractivas, sentir cansancio o excesiva preocupación, tener dificultades para dormir; y sentir un vacío que les lleve a pensar en la muerte o el suicidio. En la modalidad mixta, unos y otros síntomas se alternan, evidenciando fases de estado maníaco y fases de estado depresivo.
Respecto a los tipos de trastorno bipolar, existen cinco: trastorno bipolar I, trastorno bipolar II, ciclotimia, trastorno bipolar no especificado, y manía orgánica (debida a enfermedad médica o al uso de sustancias). Unos y otros presentan algunas diferencias que condicionarán el diagnóstico y el tratamiento a seguir.
Se sabe que, en general, las causas del trastorno bipolar están relacionadas con los genes, al ser una enfermedad hereditaria, o se debe a una anormalidad en la estructura y función del cerebro. No obstante, el origen no siempre es tan concreto, lo que a su vez dificulta el diagnóstico.
Además, los síntomas, físicos y de actitud, pueden ser muy similares a los de otras dolencias (esquizofrenia, depresión, enfermedad de la tiroides, abuso de sustancias, etc). Así, es de vital importancia estar atento y pedir ayuda a un especialista si un familiar, alguien cercano, o uno mismo, está manifestando síntomas propios del trastorno bipolar. ¡Actúa!