“Científicos de la Universidad de Harvard sostienen que Rembrandt era estrábico. De esa manera trasladó mejor las imágenes tridimensionales”, aseguran. En la práctica, el estrabismo le impedía percibir exactamente la profundidad de las imágenes, y al reproducirlas como él las veía, o sea más “despegadas”, en realidad las volcaba mejor sobre la tela. El maestro no tenía necesidad de artificios como el sugerido a menudo por los profesores de arte a sus alumnos, de cerrar un ojo cuando componen una imagen.”
Pero, ¿qué es el estrabismo?
El estrabismo es una alteración de la visión que se produce cuando un ojo dirige la mirada hacia un punto del espacio y el otro se desvía a una dirección diferente. Cuando una persona padece estrabismo puede sufrir una disminución de la percepción de profundidad y de la visión en tres dimensiones.
Podemos clasificar el estrabismo según la dirección en la que se desplaza el ojo desviado. Así, hablaremos de estrabismo convergente si el ojo se desvía hacia adentro y de estrabismo divergente si el ojo se desvía hacia afuera; de estrabismo vertical si el ojo se desvía hacia arriba o hacia abajo.
Esta alteración de la visión tiene dos posibles consecuencias: una visual y una estética. La principal alteración visual que puede provocar el estrabismo en los niños es el ojo vago o ambliopía. En este caso, la ambliopía se produce porque, al existir estrabismo, el ojo desviado no realiza la fijación sobre los objetos con la zona central de la retina (fóvea) y, por tanto, no desarrolla toda su potencia visual. Si este defecto no se corrige durante la llamada época de plasticidad cerebral (hasta los 8 años aproximadamente) la disminución de visión en el ojo desviado será permanente e irreversible. La ambliopía u ojo vago es la causa más frecuente de pérdida visual unilateral en niños y jóvenes.
El tratamiento de las dos consecuencias del estrabismo (visual y estética) también debe tratarse por separado y se puede realizar en niños y adultos.
La ambliopía u ojo vago se trata con oclusiones del ojo dominante para forzar el desarrollo de la visión del ojo desviado. Los parches deben colocarse pegados a la piel y el ritmo de las oclusiones dependerá de la edad del niño y de la diferencia de visión entre ambos ojos. La utilización de los parches no cura el estrabismo y no hace disminuir la desviación, es decir, que no es un tratamiento para la alteración estética, sino para la alteración visual.
La corrección de la desviación puede realizarse mediante inyecciones de toxina botulínica o mediante cirugía. La utilización de una u otra técnica dependerá, principalmente de la edad del paciente, de la cantidad de desviación y de la posible asociación de la dolencia con un estrabismo vertical. En general, los especialistas emplean la toxina botulínica en estrabismos convergentes con pacientes de menos de 4 años que sufren desviaciones no muy grandes y sin componente vertical asociado.
Desde Club Salud aconsejamos consultar a un especialista si sufres Estrabismo, sea del tipo que sea, e intentar corregir dicha alteración lo antes posible. Si necesitas más informaión, puedes encontrarnos en Avenida del Puerto 33 y Emilio Baró 11.