Nos pasamos la vida intentando cuidarnos, tanto por dentro como por fuera, evitando el envejecimiento prematuro, evitando las imperfecciones, previniendo enfermedades y aun así una mañana nuestro cutis nos “regala” unas incipientes espinillas o anti-estéticos puntos negros que atentan contra nuestra autoestima. Con tantos cuidados, ¿cómo es posible que hayan llegado ahí?
Comprendemos tu desconcierto, especialmente si te sueles cuidar la piel, pero no lo consideres un fracaso ya que existen muchas razones por las que aparece el acné. Desde la dieta o el estrés hasta cuestiones hormonales o las glándulas súper productivas. Y, además, frente al acné quístico, las pústulas o las pápulas, las espinillas y los puntos negros son las afecciones cutáneas menos severas y más comunes.
Ahora bien, ¿sabes la diferencia entre espinillas y puntos negros? Es importante reconocerlas ya que los tratamientos a seguir, tanto el remedio como la prevención, son distintos.
Así, las espinillas se producen cuando la grasa, la suciedad, las bacterias o, incluso, la piel muerta se ven atrapadas en los folículos capilares, esto es bajo la capa más superficial de la piel. Al estar contenido, forma pus blanca en el folículo formando la espinilla. Su ciclo de vida es corto ya que se re-absorbe con el tiempo y con el tratamiento adecuado, además, se puede acelerar la desaparición del grano.
Por otro lado, cuando la mezcla de grasa, suciedad, piel muerta y bacterias no queda contenida bajo la piel, ésta entra en contacto con el oxígeno lo que endurece y tiñe de negro el pus, formando los puntos negros. Su tratamiento es más complicado y requiere más tiempo.
Para eliminarlos o mitigar la afección se usa ácido salicílico. Éste rompe la piel muerta alrededor del grano y mata las bacterias, estimulando la renovación de las células sanas que, a su vez, previene las cicatrices. Aunque no es el único remedio. En la farmacia de Club Salud podrás encontrar una amplia selección de productos indicados para el tratamiento de imperfecciones e inflamaciones cutáneas. Lo más recomendable es consultar a tu médico en busca del fármaco adecuado o el mejor método de cura.
Cabe destacar que como dice la expresión: “La mejor defensa es un buen ataque”. Por lo que es aconsejable la constancia y una rutina de limpieza diaria de la piel, tanto por la mañana como por la noche.