“Blanca tu piel de porcelana, cuyo aroma también me reclama”, dice el poema. Pero, ¡qué horror! ¿Esto son puntos negros? En una piel de porcelana, de la que habla la poesía, no pueden haber puntos negros. El primer impulso será intentar, como sea, deshacernos de ellos y aplicar el refrán: mejor prevenir que curar. En Club Salud conocemos algunos de los mejores trucos para evitarlos.
Los puntos negros y/o espinillas son distintas formas de acné, es decir, una acumulación de sebo, una grasa natural de nuestro cuerpo que se “enquista” en determinadas zonas de la piel. Cuando a este sebo se le acumulan células muertas, se forman las antiestéticas espinillas. La reacción instintiva al encontrar una es estrujarla para sacar la grasa acumulada. Al hacerlo, rompes la piel que la protege, y dejas entrar bacterias y suciedad provocando que se infecte, y en consecuencia, favoreciendo que la zona afectada enrojezca y se inflame aún más. Asimismo, esto puede aumentar el número de puntos negros o espinillas en la zona infectada. Y, por otro lado, puedes provocarte una cicatriz que quedará de por vida en tu rostro.
Créenos cuando decimos que es mejor no toquetearlos demasiado. La solución consiste en dejar que la inflamación vaya disminuyendo. El propio cuerpo regulará esa acumulación de sebo, ¡pero dale su tiempo!
Ahora bien, si aún estamos a tiempo, o hemos sabido resistir la tentación, la mejor solución es prevenir. Evita que vuelva a salir otra vez. ¿Cómo? Hay muchas formas para conseguirlo:
– Para evitar que surjan puntos negros, especialmente en el cutis facial, es aconsejable exfoliar una vez por semana, máximo, y sin “refregar” demasiado. En el artículo “Lecciones de cosmética y tratamiento de la piel con Darphin” ya hablamos sobre los exfoliantes y su aplicación (echa un vistazo).
– También recomendamos dejar de usar productos que contengan alcohol e irriten la piel que, además, provocan arrugas prematuras.
– Por supuesto, todo lo que comemos afecta a la mayor producción de grasa corporal y de sebo. Por eso, mejor evita los alimentos ricos en grasas, especialmente las trans.
– Por otro lado, hay remedios caseros que te ayudarán a mejorar tu piel y evitar la espinillas. Exponer tu piel a los vapores de infusiones de manzanilla o romero, durante cinco minutos, te ayudarán a expulsar la grasa. Las mascarillas caseras también son recomendables.
¿Te apetece pasar una tarde dedicada a ti? Te proponemos fabricar tu propia mascarilla casera con yogur natural, limón y unas gotas de vinagre, dejándola reposar entre 10 y 15 minutos y retirándola con agua fría. Lo mismo conseguirás con una mascarilla de barro. Pero el truco más infalible, y la mejor costumbre, es lavar en profundidad el rostro cada noche, antes de acostarte y de nuevo al despertar ¡y verás que fresca!
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