Infección por el VIH, virus de inmunodeficiencia humana, síndrome de inmunodeficiencia adquirida; una enfermedad con muchas denominaciones, mundialmente conocida como Sida y cuyos efectos son devastadores debido a que destruye gradualmente el sistema inmunitario del paciente, obstaculizando o impidiendo que pueda combatir las miles de infecciones que puede contraer el ser humano.
Afortunadamente, la ciencia nos ha permitido ofrecer mayores oportunidades de vivir o alargar los años de vida a los afectados por esta enfermedad. Sin tratamiento es completamente letal; pero hoy ya es posible vivir con Sida durante décadas. Por eso, en Club Salud, queremos recordar el Día Mundial de la Lucha contra el Sida que se celebró el pasado 1 de diciembre para rendir homenaje a todos aquellos luchadores que combaten esta enfermedad día tras día, sin perder la esperanza.
Corren muchos bulos acerca de la transmisión del Sida y, en este artículo, desmentiremos algunos y confirmaremos otros. Así, no es posible contraerlo por contacto casual como un abrazo o un beso, ni por la picadura de un mosquito, por supuesto, tampoco se transmite por la participación en deportes o sudación, ni por el contacto con objetos que hayan sido tocados con anterioridad por una persona infectada por el virus. De hecho, las tres causas de contagio más habituales son:
- A través del contacto sexual, bien por sexo oral, vaginal o anal.
- A través de la sangre, mediante transfusiones de sangre o el uso común de agujas y otros objetos que traspasen la piel humana.
- Por medio de la circulación sanguínea compartida, es decir, de madre a hijo (la mujer embarazada transmite el virus al feto), e incluso a través de la leche materna al amamantar al bebé.
Esto sitúa como personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad a los drogadictos, bebés nacidos de madres con VIH que no recibieron tratamiento preventivo durante el embarazo, parejas que no usen protección en sus relaciones sexuales y receptores de donantes de sangre u órganos, cuyos donantes no hayan pasado las pruebas de detección del virus. No obstante, en la actualidad, existe un protocolo minucioso tanto en el caso de las embarazadas como en la donación de plasma sanguíneo y órganos, con lo que las probabilidades de adquirirlo por estos medios son muy reducidas.
Hoy, el mayor problema continúan siendo las relaciones sexuales que no recurren a sistemas de protección como los preservativos, uno de los más comunes en la prevención del virus y que puedes adquirir en cualquier farmacia. Es importante tomar conciencia, estar atentos a los posibles síntomas para una detección precoz y unirse a la causa que el Día Mundial de la Lucha contra el Sida defiende: la concienciación y disposición de medios que eviten la propagación de la enfermedad. Porque el Sida nos afecta a todos, ¡protégete!
