El riñón es el órgano del cuerpo que se encarga de filtrar los líquidos de nuestro cuerpo, eliminando todo aquello que nuestro organismo no necesita. Cuando este órgano sufre algún daño o deja de funcionar adecuadamente, deja a su vez de actuar como filtro trasladando a la sangre elementos que deberían ser expulsados a través de la orina. Cuando esto ocurre es necesario llevar a cabo un tratamiento de hemodiálisis que realice, de manera periódica, una limpieza que elimine los desechos que se acumulan en la sangre. Pero, además, es aconsejable que las personas sometidas a este procedimiento lleven una dieta y unos cuidados especiales que les permitan obtener mejores resultados y ganar en calidad de vida.
Lo más esencial es diseñar una dieta equilibrada, poniendo especial atención al potasio. Este mineral, vital para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular, puede provocar importantes alteraciones cardíacas cuando se acumula en la sangre. Muchos de los alimentos que consumimos habitualmente contienen potasio, por lo que es muy importante extraerlo y eliminarlo antes de consumirlo; es decir, hay que ponerlos a remojo y hervirlos varias veces eliminando siempre el agua donde se queda el mineral.
También se debe tener un especial cuidado con el agua ya que, a causa de la disfuncionalidad del riñón, los líquidos del cuerpo se quedan acumulados en el organismo provocando un aumento de peso rápido, hinchazón de las extremidades y un aumento de la tensión arterial. Es por esto que es importante controlar el peso diariamente, medir la ingesta de líquidos diario y procurar ingerir alimentos con la menor cantidad de agua posible.
Además de esto, es importante minimizar los cambios en el estilo de vida que este tipo de tratamientos conlleva: hacer ejercicio físico moderado, suprimir el tabaco, descansar adecuadamente, continuar con la actividad laboral y social en la medida de lo posible y prestar atención a la higiene bucal, para evitar la halitosis asociada a esta enfermedad.
La aplicación de estos consejos hace que se consigan unos mejores resultados con la hemodiálisis y se mejore sustancialmente la calidad de vida del paciente; además de ayudar al cuerpo a estar preparado en caso de ser candidato a un trasplante.