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Esguinces: Prevención y tratamiento

Por 29 agosto, 2014enero 9th, 2017Consejos / Tratamientos, Salud

¿Quién no ha sufrido alguna vez un esguince de tobillo? Aunque está considerada una lesión relacionada con el mundo del ejercicio físico, lo cierto es que todos podemos sufrirlo realizando cualquier actividad de su día a día. Pero, ¿qué es exactamente un esguince o torcedura? Se trata de la torsión o estiramiento de un ligamento, tejido que conecta los huesos de una articulación. Las caídas, las contorsiones o los golpes pueden causar una torcedura, normalmente en el tobillo y la muñeca, zonas que normalmente se ven más afectadas.

Dolor, inflamación, hematomas e incapacidad para mover la articulación, son los principales síntomas de estas lesiones, aunque en ocasiones también puedes sentir un chasquido o desgarro cuando la lesión ocurre.

Atendiendo al criterio de gravedad, se suelen clasificar en tres grados: 1, 2 y 3.

  • Grado I: El ligamento se estira, pero no llegan a romperse las fibras, aunque cursa con dolor y dificultad para movilizar o apoyar.
  • Grado II: Rotura parcial de fibras.
  • Grado III: Rotura completa.

¿Cuándo se produce? Sencillamente, cuando existe un movimiento que va más allá del arco normal de movilidad de la articulación. El ligamento se puede romper si el movimiento es violento y de mayor amplitud de la normal.

Como decíamos al principio, el esguince más frecuente es el de tobillo. Esto se debe a que es muy típico que se fuerce en casi todos los deportes, incluso en la vida cotidiana, ya que un mal paso, una caída o un desequilibrio usando zapatos de tacón pueden forzar una hipermovilidad del tobillo que lesione los ligamentos.

Como sucede en todo tipo de lesiones, podemos decir que la prevención es el mejor tratamiento. ¿Cómo tratarlo? Desde Club Salud te damos algunos consejos para que, en tu día a día, trates de mantenerte a salvo de esta dolorosa lesión. ¡Toma nota!

– Reposo: Es imprescindible en el proceso de recuperación. Debemos eliminar las posibles cargas sobre la articulación afectada durante un periodo mínimo de 24 a 48 horas.

– Aplicación de frío: El hielo es un antiinflamatorio natural. Debemos aplicar frío durante las primeras 48 horas cada 2 horas 15 minutos.

– Compresión: Se debe comprimir la zona lesionada con un vendaje elástico. Éste protege el ligamento lesionado y reduce la inflamación. La tensión del vendaje debe ser firme y uniforme, evitando aprietes excesivos.

– Elevación: Mientras se aplica hielo, es conveniente elevar la zona lesionada por encima del nivel del corazón.

En los tres grados es de vital importancia hacer una adecuada recuperación después de la lesión. La fisioterapia tiene un papel importante en optimizar la recuperación, para favorecer la vuelta a la actividad y la prevención de recaídas. El dolor o el aspecto no deben ser el criterio que nos haga pensar si es una lesión grave o no.

En cualquier caso, desde Club Salud te aconsejamos acudir siempre al médico de inmediato para salir de dudas y tratar dicha lesión antes de que pueda aumentar su gravedad.

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