En 2015 se calcula que existen alrededor de 125 millones de mujeres y niñas mutiladas, una práctica desgraciadamente común en unos 29 países de África y Oriente Medio. De seguir así, en 2030 se prevé que unas 86 millones de niñas de todo el mundo sufrirán algún tipo de mutilación genital. Hoy, en Club Salud, revisamos el origen y las consecuencias de esta práctica, considerada en contra de los derechos humanos, con motivo de la celebración mundial del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina.
En muchos países, suele estar motivada por fuertes creencias acerca de lo que se considera un “comportamiento sexual adecuado”, estrechamente ligado a medidas para garantizar la virginidad prematrimonial y la fidelidad del cónyuge femenino. Con frecuencia, justifican esta costumbre como necesaria para la buena crianza de las niñas y una manera de prepararla para la vida adulta y el matrimonio.
Asimismo, la práctica conlleva unas consecuencias catastróficas a largo plazo, tales como infecciones urinarias y de la vesícula, quistes, esterilidad, aumento de las complicaciones en el parto y de muerte del recién nacido y necesidad urgente de intervenciones quirúrgicas para permitir las relaciones sexuales y el parto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la mutilación femenina en cuatro tipos genéricos:
Infibulación: estrechamiento de la abertura vaginal para crear un sello. Este procedimiento incluye cortar y recolocar los labios menores o mayores, a veces incluyendo la resección del clitoris.
Excisión: resección parcial o total del clítoris y los labios menores.
Clitoridectomía: resección parcial o total del clítoris y, en algunos casos, solo del pliegue de piel que rodea el clítoris (prepucio femenino).
Otros tipos: todos los demás procedimientos que lesionen los genitales externos con fines no médicos, tales como la perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital femenina.
La OMS, junto a las Naciones Unidas, promueve la eliminación de la MGF destacando la necesidad de acciones concertadas en todos los sectores, tanto de la salud como de educación, finanzas, justicia y competencias de la mujer, a través de medidas de promoción, investigación y orientación a los sistemas de salud. En Club Salud, como promotores e impulsores de la práctica saludable como garantía de vida, nos sentimos identificados con la causa e invitamos a la concienciación de la sociedad y la denuncia de estas prácticas que violan los derechos humanos más básicos. ¡Únete a la causa!