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Datos que quizás no conocías sobre tu protector solar

By 22 julio, 2015enero 5th, 2017Consejos / Tratamientos

No es nada nuevo que el uso del protector solar es, cada vez, más indispensable. Por ejemplo, ¿sabías que la piel se hace más gruesa como medida de protección frente a los efectos nocivos producidos por el sol? ¿Y sabías que, esta medida, genera una acumulación de células muertas en la capa externa de la epidermis? Esta medida de protección podría sonarte inofensiva y hasta útil, pero con frecuencia es la causa de una piel llena de complexión seca y poca vitalidad, despigmentada y con poros obstruidos.

Existe la creencia de que las personas de piel morena u oscura no necesitan utilizar el bloqueador solar: falso. Su gama de melanina suele presentar un factor adicional de protección 2FPS contra rayos UVB, pero dado que no existe ningún sistema de protección natural contra los rayos UVA, su necesidad de usar crema es tan obligada como para cualquier otro tipo de piel. Otro mito es el de los meses con “R” en los que conviene evitar tomar el sol, no es cierto y no se entiende su origen, ya que se puede disfrutar del sol en cualquier mes y la protección sigue siendo necesaria en cualquiera de ellos, especialmente en verano.

Aunque sabes lo básico de los protectores solares, seguro que aún hay muchas cosas que desconoces. Hoy, en Club Salud, te revelamos algunas claves sobre tus cremas solares que deberías conocer. Coge papel y lápiz y apúntalas todas; o mejor, ¡compártelo en tu muro de Facebook!

En primer lugar, una de las cosas más importantes que debes saber es que el bloqueador solar suele caducar, por norma general, al año. O, al menos, los ingredientes activos que favorecen la protección, no funcionan igual, especialmente después de exponerse a altas temperaturas. Dejar el bote de crema en la guantera del coche no es muy buena idea, ¡toma nota! Si muestra una consistencia diferente, diluida en exceso o demasiado espesa, es muy posible que ya no esté en óptimas condiciones para proteger tu piel.

Por otro lado, la rapidez con la que te pones moreno no depende de el factor de protección, sino de tu piel. Si tu piel es clara y aplicas un factor de protección bajo, seguramente no te pongas moreno, sino que pasarás a quemado directamente. Recomendamos, una de dos, exponerte brevemente al sol cada día, esto es, entre quince y treinta minutos, o usar un protector solar que vaya graduando el nivel de filtros solares que absorbe nuestra piel. Para conseguir un bronceado bonito, te aseguramos que es la mejor opción.

Además, arriesgarte a un quemazo no es ninguna tontería: el 90% de las arrugas son causadas por la exposición al sol; y las personas que esperan dos horas y media (en vez de dos horas) para reaplicar el protector tienen 5 veces más posibilidades de quemarse, ¡y eso sólo con una diferencia de media hora! Aunque lo peor es que, cada vez que te pelas, después de quemarte, aumentas el riesgo de padecer cáncer. Los estudios indican que, por cada 5 exposiciones extremas, duplicas las probabilidades de desarrollar un melanoma. No es una broma, está en juego tu salud …y tu belleza. Aplícate el protector solar.

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