Para mantener una piel hidratada y nutrida lo más importante es beber agua y mantener una alimentación saludable y nutritiva. Practicar algún deporte y descansar lo suficiente también contribuyen al aspecto de tu rostro, pues cualquier carencia que exista en el interior del organismo se manifestará en el exterior. También existen productos de vanguardia creados para el cuidado de la piel. En Farmacia Club Salud 24h te asesoramos sobre tu tipo de piel, aconsejándote sobre los productos más adecuados para tu rostro.
Independientemente del tipo de piel y del producto que utilices, es esencial seguir unas reglas básicas e indispensables para ofrecer a tu piel el cuidado que se merece: higiene, hidratación, protección y exfoliación son cuatro pasos imprescindibles.
Limpieza. Es el primer paso para preparar el cutis. Un desmaquillante suave conservará el equilibrio de la piel sin alterarla. Nuestra piel actúa como barrera frente a todas las agresiones ambientales, como las toxinas o el tabaco, que bloquean los poros y disminuyen la fuerza de esta barrera natural que protege el interior del cuerpo.
Hidratar, nutrir y proteger la piel adecuadamente. La crema hidratante y/o nutritiva es muy importante para nuestro rostro. Debes aplicarla con la cara recién lavada y, si tienes unos minutos, acompañada de un suave masaje hasta su total absorción.
Exfoliación. Debes aplicarte un exfoliante facial al menos una o dos veces por semana, para eliminar las células muertas y demás impurezas que otorgan a tu rostro un aspecto apagado y poco saludable.
Además, es esencial aportar luminosidad, ya que una piel tersa y luminosa es señal de salud. No hay nada más refrescante que una mascarilla facial. Existen muchos tipos diferentes para los diversos estados de tu piel: una acumulación de estrés, carencia de tersura, con manchas o simplemente poco hidratada. Aplícala una vez a la semana y cuando dispongas de un par de horas de relax. El resultado te sorprenderá.
Por último, debes prestar atención a las zonas de riesgo. La piel del contorno de los ojos es especialmente frágil y diez veces más fina que la del resto del rostro. Está siempre expuesta y sufre agresiones constantemente por el viento, el sol y las continuas contracciones musculares que ejercemos a lo largo de todo el día. Para su limpieza, elige una rutina específica y no olvides aplicar, mañana y noche, una crema específica con protección solar. Además, debes aplicar una crema reparadora para los labios cada vez que los notes resecos. Por último, debes prestar atención a las zonas del cuello y el escote, áreas delicadas a las que no siempre se les presta atención.
No lo olvides, ¡la constancia será tu mejor aliada!