Hoy es 21 de marzo, empieza la primavera. La tan esperada primavera, porque los días empiezan a ser más largos, el frío va desapareciendo y los escaparates de todas las tiendas comienzan a lucir color y ligereza. Autoestima, alegría, optimismo… son palabras que también hoy, 21 de marzo, irradian las personas a las que les queremos rendir homenaje en nuestro Blog Saludable; Hoy celebramos el Día Internacional del Síndrome Down.
«Mis Amigos, Mi Comunidad. Los beneficios de los entornos inclusivos para para los niños del presente y de los adultos del mañana». Es el tema con el que este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra esta fecha, justo cuando se cumplen 11 años desde que fue instaurada de manera oficial.
Actualmente, alrededor de 35.000 personas sufren Síndrome de Down en España. ¿Podría decirse que para todas ellas existe un futuro esperanzador, tanto en cuestiones de integración social como laboral? Según recientes estudios, aunque sí hay expectativas de que la palabra exclusión deje de formar parte de la vida de estas personas, la realidad evidencia que todavía queda mucho por hacer.
Así, desde la propia OMS -y nosotros desde Club Salud nos sumamos a este importantísimo reclamo- insisten: el acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.
El síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, no entiende de nacionalidades y, habitualmente, tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.
Todavía no se sabe por qué ocurre esto, pero podría deberse a un proceso de división defectuoso (de no disyunción), en el cual los materiales genéticos no logran separarse durante una parte vital de la formación de los gametos, lo que genera un cromosoma más (llamado trisomía 21). El material adicional presente influye en el desarrollo del feto y resulta en el estado conocido como síndrome de Down.
Algunas características físicas de este síndrome son: la disminución del tono muscular, el rostro plano, los ojos inclinados hacia arriba, las orejas mal formadas, la capacidad de extender las articulaciones más de lo habitual, el gran espacio entre el dedo gordo del pie y los demás dedos, la lengua de gran tamaño respecto a la boca, etc.
Quienes lo padecen también pueden verse afectados por otros trastornos, como enfermedades cardíacas, Alzheimer y leucemia.
