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No dejes que la sequedad ocular irrite tus ojos

Por 14 marzo, 2014enero 9th, 2017Consejos / Tratamientos, Salud

¿Te escuecen los ojos? ¿Sientes picores? ¿Notas un dolor agudo? Todos estos síntomas pueden ser causa de sequedad ocular, una de las causas más comunes por las que la gente visita al oftalmólogo. Pero antes de necesitar un tratamiento o la opinión de un especialista, es bueno saber identificar los verdaderos síntomas de lo que nos ocurre, e incluso, cómo prevenirlos. En Club Salud te damos las claves para entender qué le ocurre a tus ojos y algunos consejos para evitar la sequedad ocular.

Una de las causas más probables suele ser la deficiente humedad natural de los ojos. Los síntomas más comunes son el escozor, el picor y la sensación de tener pequeños granos de arena en el ojo.

La baja producción de flujo lagrimal puede generarse por factores medioambientales como la exposición a una luz solar muy intensa, la combustión de gases, el polen o el polvo, pasar muchas horas frente a una pantalla, los agentes químicos como el cloro de las piscinas o la cal del agua, etc. Por otro lado, puede generarse debido a algunas enfermedades, la menopausia o estados que generen cambios hormonales, e incluso puede deberse a un problema de visión tratado de manera incorrecta, fatigando así la vista.

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El uso de ciertos medicamentos puede ser un agravante, especialmente si está tomando antidepresivos o betabloquantes. En otros casos, la mejor solución será recurrir a las “lágrimas artificiales”, fácilmente adquiribles en cualquier farmacia, en forma de gotas o gel. Esta solución funciona como sustituto de las lágrimas, cuando los conductos lagrimales no están produciendo suficiente flujo, el párpado no es capaz de distribuirlo adecuadamente, o la composición del flujo presenta problemas. No es conveniente utilizarlas durante un largo periodo de tiempo, pues reduce la capacidad natural del cuerpo para producir flujo lagrimal.

Como medida preventiva, podemos realizar pequeñas acciones que favorezcan la buena producción de flujo lagrimal. Por ejemplo, cuando leemos, es importante asegurarse de que haya suficiente luz, preferiblemente natural, evitando el exceso de luz brillante o directamente en la cara. Cuando trabajamos con el ordenador es bueno realizar descansos cada 45 minutos. Otra medida, muy sencilla, es el uso de gafas de sol de alta calidad, con lentes de cristal, no plástico, cuando nos expongamos al sol o al viento.

Con estos pequeños consejos, en Club Salud te ayudamos a proteger tus ojos y a garantizar el cuidado de la vista. ¡Porque el mundo es precioso y no vale la pena perderse ningún detalle!

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